30 lecciones de vida a mis 30

Obviamente, mi cumpleaños número 30 no iba a pasar desapercibido. Llegar a esta etapa de mi vida ha sido como subir a una montaña rusa de emociones y experiencias. Amo celebrar mi cumpleaños, y este año no iba a ser diferente. Cumplir tres décadas es una mezcla de alegría, reflexión y, por supuesto, un montón de humor y picardía. He decidido compartir mis 30 lecciones de vida porque, ¿qué mejor manera de celebrar que vulnerabilizarme un poco y conectar con otras mamás y mujeres de mi edad?

Así que, agárrate fuerte, porque aquí vienen 30 cosas que he aprendido y que te harán reflexionar y con suerte, sentirte identificada.

Esta etapa me ha hecho pensar sobre todo lo que he aprendido en las áreas que más me definen: la maternidad, la productividad, la salud y el bienestar.

A continuación, encontrarás 30 lecciones y datos curiosos que han marcado mi camino hasta este momento. Algunas son serias, otras divertidas, pero todas han sido cruciales en mi viaje. ¡Espero que te resuenen y quizás, te inspiren!

30 Lecciones y Datos Curiosos de Mi Vida a Mis 30

  1. La maternidad es una experiencia desafiante, y me costó aceptar que no siempre es fácil. Amo a mi hijo y ser madre, pero a menudo me siento abrumada porque gran parte de mi vida gira en torno a la maternidad.

  2. Debería haber dormido más cuando podía. Estas lecciones de vida están muy ligadas a la maternidad porque es mi realidad actual. EXTRAÑO DORMIR, y nunca pensé que lo había subestimado tanto.

  3. Aprendí a disfrutar mi soledad, pero sentirse sola es horrible. Durante la universidad, entré en relaciones abusivas por miedo a la soledad. Después de emigrar y de una ruptura amorosa, aprendí a disfrutar esa soledad necesaria. Sin embargo, descubrí que una cosa es aprovechar esa soledad para hacer lo que me gusta y trabajar en mí, y otra muy distinta es sentirme sola cuando estoy rodeada de personas que me aman.

  4. La depresión y la ansiedad posparto me llevaron a tener problemas de ira, básicamente porque no trabajé mis emociones a tiempo.

  5. Al convertirme en mamá, perdí a muchos de los pocos amigos que tenía. Ya había sido "selectiva" con mis amistades, y la maternidad me mostró que no todas las personas que decían ser mis amigos lo seguirían siendo cuando los pañales y los biberones entraran en la ecuación.

  6. Nada es personal, incluso cuando otros quieren que lo sientas así.

  7. Si alguien no me gusta o no me cae bien, es porque es mi espejo y veo en esa persona lo que no me gusta de mí misma pero no quiero reconocer.

  8. Hacer terapia me salvó de la locura.

  9. Decir "no tengo tiempo" es la mentira más grande. La realidad es que no tengo energía y, sin energía, no me apetece hacer el esfuerzo de encontrar tiempo.

  10. Puedo ser independiente cuando necesito, pero también me gusta que me cuiden, consientan y ayuden. Eso no me quita lo independiente y fuerte que soy.

  11. Nadie puede leer mi mente, ni siquiera mi esposo. Si quiero que algo se haga exactamente como lo estoy pensando, tengo que hablar. Comunicar lo que siento y pienso es la única forma de evitar rabias innecesarias.

  12. Guardarme emociones me enferma. Aunque se parece a la lección número 4, no es lo mismo. Aquí hablo de todas mis emociones, tanto antes como después del embarazo. Si no me gusta algo, lo digo. Si no estoy contenta, lo expreso. Si me siento incómoda, lo comunico.

  13. Nada es gratis. Incluso si es un intercambio de energía, siempre se paga un precio por todo.

  14. Conocer mi ciclo menstrual me ayudó a entender por qué algunos días quiero limpiar y otros no me apetece hacer nada.

  15. Estoy obsesionada con mi celular y es muy difícil dejar de usarlo 30 minutos antes de dormir y empezar a usarlo 30 minutos después de despertar.

  16. La vida nunca te quita algo "porque sí". Aprendí esto de @aida y me hizo pensar en mi esposo. Nunca habría tenido la familia que tengo hoy si hubiera seguido buscando una explicación a una relación que no funcionó y me rompió el corazón.

  17. La educación financiera importa. Dejar de tomar café de Starbucks no te hará millonario, pero saber usar tus finanzas a tu favor sí.

  18. El concepto de lo que es "saludable" está distorsionado. Enfocarme en lo que necesito como individuo es lo que me ha ayudado a ser realmente saludable.

  19. El precio de los productos que uso no determina su calidad. Los ingredientes que componen esos productos sí.

  20. Para mí, el equilibrio en mi salud es dar credibilidad tanto a los métodos de la medicina moderna como a los de la medicina holística, homeopática y tradicional. Una se complementa con la otra y ambas me han ayudado.

  21. A veces me siento la peor mamá del mundo y necesito la validación externa de alguien que amo (por ejemplo, mi esposo) para calmarme. Cuando puedas, dile a una mamá que conozcas que lo está haciendo increíble, puede necesitarlo más de lo que imaginas.

  22. ¿Has escuchado el dicho "a caballo regalado no se le mira el colmillo"? No significa que debas aceptar todo lo que te ofrezcan solo porque es gratis. ¿Recibirías comida envenenada solo porque tienes hambre? No se trata de ser desagradecida, se trata de saber lo que quieres y expresarlo adecuadamente.

  23. Cualquier experiencia, por pequeña que sea, vale más que el regalo más caro.

  24. El agotamiento existe y sucede cuando hay un desbalance entre el hacer y el ser. Si piensas que haciendo y accionando sin parar vas a lograr más, posiblemente termines agotada.

  25. No puedo hacerlo todo sola. Como mujer y mamá, necesito una comunidad y una red de apoyo alineada con mis valores y objetivos. Algunas personas van a la iglesia, otras tienen un grupo de amigas, otras una comunidad de emprendedoras. Tener a alguien en tu misma sintonía es necesario.

  26. A menudo, necesito bajar el volumen de la música y escuchar mis pensamientos cuando necesito tomar una decisión importante.

  27. Cortar relaciones con familia y amigos tóxicos es más fácil cuando sé cuáles son mis límites.

  28. Aprender a decir NO fue una de las cosas más difíciles pero más liberadoras.

  29. Mi esposo y yo hicimos un acuerdo: la única razón por la que contemplaríamos el divorcio es porque dejamos de amarnos. Cualquier otro problema puede tener una solución si la buscamos juntos como equipo.

  30. Pedir ayuda no me hace débil, me convierte en una valiente que reconoce cuando ya no puede más.

Cumplir 30 años ha sido un viaje lleno de experiencias, retos y aprendizajes.

Cada una de estas lecciones ha jugado un papel crucial en mi desarrollo y me ha ayudado a crecer como persona, mujer, madre y profesional. Espero que estas reflexiones te hayan resultado útiles, entretenidas, o al menos que hayan resonado contigo de alguna manera. Me encantaría saber qué lección de vida o dato curioso te representa más. ¡Déjame tu comentario y comparte tu propia experiencia!

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No soy una mamá productiva, soy una mamá real